7.14.2010

ajeno:y:propio

me llena de angustia y me apropio de lo ajeno cuando veo el amor truncarse al lado mío.
no es mi amor el que se trunca, sino el de otro. de un amigo/a, de un hermano/a... de alguien cerca que decide terminar con algo que alguna vez fue maravilloso. decide uno o los dos, pero se trunca.
no termina. porque creo que el amor dado a esa persona es para siempre. nadie te borra lo que diste y recibiste. es realmente eterno aunque suene grande.
porque el amor es así.
te llena, te infla cuando está ahí y te deja al borde del abismo cuando se trunca.entonces lloro a la par.
como si fuera mío.
y se por qué.
me lleva a mi momento, a mi propio amor truncado, a lo mucho que me costó sobrevivirlo y volver a sonreir sin que me duela la cara.
a lo mucho que todavía (aunque no lo quiera reconocer seguido) me cuesta.
si. todavía me cuesta, aunque más no sea de a ratos.

7.11.2010

exceso de sinceridad

generalmente soy bastante exagerada y tiendo a agrandar las situaciones convirtiendolas en cuasi novelas. bueno, generalmente muy exagerada. jajaja.
pero este último tiempo estuve demasiado sensible (exageradamente sensible) y con necesidades extremas de contar a otros lo que me pasaba. a otros que consideré,  merecían saber de mis sentimientos o pensamientos según la ocasión.
era una mezcla rara entre alegrías, tristezas, angustias y enojos que necesitaban salir. ser dichas a quienes correspondía.
quizá todavía me falta mucho por decir y contar, pero al menos comencé este camino de "sincerismo puro".
empecé con algunas amigas que según el caso y obviamente en el momento que coincidía, les expresé mi sentimiento:
a una que su elección de chongos evidentemente no la estaba favoreciendo, que quizá era hora de pensar por qué elegía eso si no hacía feliz. porque tampoco es cuestión de festejarle todo y cuando alguien la hace llorar tildar de "turro" al otro... nono, en algún punto te la estás buscando!
en el caso de "C", que tiene un buen novio, que no lo joda porque la va a mandar a freir churros y esas cosas.
a "S" que se fue a vivir a paraguay la llame y le dije que la extraño. que quería saber como estaba, que me alegraba que tuviera a "M" con ella.
hubo dos o tres que se llevaron un par de cachetadas porque estabamos en pleno "plan de viaje" y la única que proponía soluciones era quien escribe... y así! no! o vamos todas o nada... y funcionó. cada una tuvo una tarea y ahora seremos todas felices.
al chico rasta le dije que no importa qué, puede contar conmigo.
a "jamoon" que se vaya a freir churros. que me aburrí.
a otro le dije que me gusta. si, así nomás. le dije "me gustás".
así fui haciendo con cada persona que se cruzó en mi camino y que me importa porque compartí o comparto algo importante. al menos importante para mí.
hubo un caso muy especial. alguien que compartió mi peor momento y que sin saber todo lo triste que yo estaba, consiguió sacarme muchas, pero muchas sonrisas.
es apodado "raúl". sí, un nombre poco sexy como me dice él, pero que mereció saber lo que su persona me genera: lo quiero y lo adoro con el alma. así, sin más.
jamás nos pensamos como pareja, porque son muchas las cuestiones que nos hacen incompatibles. además de quitarle el chiste a esta relación.
pero más allá de eso siempre podemos contar con el otro para lo que sea, siempre lo hablamos. y cada vez que nos vemos los abrazos son eternos y llenísimos de cariño. de ese muy verdadero que va más allá del tiempo.
apareció en mi vida, justo cuando me pasaba 23 horas, de las 24 que tiene un día llorando sin parar por amor o algo así.
sin pedir explicaciones, ni juzgarme por cómo soy; sin esperar demasiado ninguno de los dos, compartimos momentos tremendamente alegres. él fue mi salvavidas y necesité decírselo. que lo quiero hasta el cielo ida y vuelta.
y como respuesta a mi exceso de sinceridad, las devoluciones de cada una de las palabras expresadas fueron el mejor regalo. todo encajó perfecto. todos devolvieron lo que esperaba.
definitivamente es un gran ejercicio que si todos hiciéramos un poquitito cada día, quizá viviríamos más tranquilos.

7.01.2010

si ella lo dice...

sábado de tarde lluviosa... fressssssssca como pocas, nos juntamos las 3 a merendar y charlar de la vida.
mi querida caro, amiga universitaria con la que compartimos montón de vida, pero montón en serio. no en sumatoria de años pero si en consistencia emotiva.
y por otro lado la profe de caro a quien conocí no hace mucho tiempo y con la que honestamente he tenido charlas más intensas que con varias de mis amigas de años. una señora divina, que me dobla la edad pero tiene cien veces más espíritu que cualquiera. no sé... esa gente que aparece en tu vida por un motivo determinado y está buenísimo que así sea.
estabamos allí las tres hablando de la vida en general, del mundial, del trabajo. nos quedamos calladas y la profe me miró fijo. me hice la desentendida sabiendo que acto seguido vendría alguna de esas preguntas que preferirías no responder quizá. pero claro, fue imposible!!!
la miré y sonreí. ella levantó las cejas y comenzó el interrogatorio:

profe: "y el chico que me contaste la otra vez, qué pasó?"
flow: "cuál?" (como si no supiera de quien hablaba!!! pff)
profe: "flor! sabes de cual te digo!"
flow: "ah si... no, no pasó nada. quedó todo ahí y listo."
profe: "nena lo asustaste? qué le dijste??"
flow: "te juro que nada! al contrario, estaba tranquilísima."
caro: "profe te aseguro que es como te dice... yo lo sé porque la conozco bastante"
(si, me conoce como si fuera mi hermana)
flow: "en serio! me gustaba... pero sabés que no corro atrás de nadie"

se hizo un silencio. las tres quedamos como pensativas. pero ella (la profe, claro) no pudo contenerse y ahí nomás sentenció: "no te preocupes flor... va a elegir a otra que seguro, pero seguro, lo va a cagar!".