este otoño promete ser distinto. lo recibí con otra energía...
un sol que rajaba la tierra, cielo azul, nubecillas blancas que solamente servían para aliviar el calor que hacía el domingo, tereré (hecho con sprite) y club.
no... no estaba en buenos aires. estaba a mil kilómetros!!! si!!! 1.000!!!!
allá donde viví de pequeña... y volví después de 19 años de ausencia.
era necesario para mi espíritu y para cumplir con la visita que debía a mi brother por elección y su flia.
recibí el cambio estacional con unos 36 grados divinos y una tarde de reposera.
"último día de pileta" escuché decir y salí corriendo a la secretaría a decirle que le pagaba lo que sea pero que me dejara meter un rato en el agua. y lo logré.
en esa pileta aprendí a nadar con sólo 7 años, y pasé 4 veranos en ese lugar desde que empezaba la temporada hasta un día como ayer que se terminaba.
intenté también jugar tenis, voley... pero no... lo mío fue siempre el agüita...
de todos modos y para rematar el día... aprendí a tirar al aro. jugar basquet ya sería una fanfarroneada que no necesita leer nadie.
ese club es uno de mis lugares en el mundo. cambiar de estación ahí un gran momento.
y volver a esa ciudad un reencuentro conmigo misma.
4 comentarios:
Que lindo todo eso!!
Cuando me pegue una vuelta por el norte, te aviso.
y nos vemos por allá! claro!
Es hermoso encontrar recuerdos.
Hace poco fui a comer un asado al quincho del club que pase toda mi infancia, el club Villa Mitre de Bahía Blanca, por supuesto no aguanté la tentación y me fui a dar una vuelta, fue bárbaro, volvieron a mi cabezota mil anécdotas.
Qué bueno todo lo que contás.
Beso
que bueno Shimmy! es genial reencontrarse... a mi me daba un poco de miedo, tanto tiempo pasó que no sabía que iba a encontrar y que había dejado de existir... pero estaba todo y más!
fue genial!
se extraña ser chiquito eh!
brindo por las anecdotas!!!
gracias por el tiempo que dedicás a leer.
beso!
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